Esta es una breve entrevista para conocer un poco a Damián y sobre la adaptación para doblaje, una actividad subestimada e incluso menospreciada en nuestro país.
¿Traducís y adaptás todos tus trabajos o te llegan
traducciones de otro sólo para adaptar?
Por lo general traduzco y adapto simultáneamente.
Cuando empecé, lo hice adaptando guiones traducidos por otra gente, pero con el
tiempo me resultó más sencillo hacer las dos cosas. Igual, de vez en cuando
hago sólo adaptaciones, cosa que me gusta mucho también, porque al recibir
traducciones de otras personas puedo analizar otras formas de trabajar, otros
términos, otros estilos y otras maneras de decir una misma cosa.
¿Como definirías el proceso de adaptación de un guión
para doblaje?
Técnicamente y a muy grandes rasgos, sería el
proceso de ajustar las frases para hacerlas coincidir con la boca de los
personajes y darle naturalidad a los diálogos. Pero una vez que nos metemos en
el tema, descubrimos que es un proceso bastante complejo en el que hay demasiadas
cosas a tener en cuenta: labiales, vocales, estilos, gestos, énfasis, géneros,
cuestiones culturales, y muchas cosas más. Para empezar, es fundamental entender
el funcionamiento del doblaje, el trabajo del actor, del director. Es un
proceso que requiere muchísima responsabilidad, estamos creando y entregando
una herramienta para que los actores y directores puedan hacer su trabajo de la
mejor manera posible, así que no podemos tomarlo a la ligera.
Para mí, es un proceso muy divertido que me permite
crear, con ciertas restricciones, es verdad, pero así y todo puedo darle mi
toque o dejar mi huella en un producto que va a ser visto por muchísima gente.
¿Que es lo más complejo de todo el proceso?
Desde mi punto de vista, lo más complejo es buscar
la manera de “apropiarse” del material, de hacerlo nuestro, latinoamericano,
pero sin dejar de respetar su esencia, su estilo, y dentro de las restricciones
del lipsynch.
¿Recordás
algunos ejemplos de traducción/adaptación que te hayan resultado un desafío?
El ejemplo más reciente que me viene a la mente es
un cortometraje en el que sólo había un narrador, pero todo el tiempo hablaba
rimando. Me llevó bastante tiempo adaptar el texto para crear las rimas sin
perder la idea de cada verso ni el estilo de la escritura. No recuerdo algún
otro ejemplo específico, pero los chistes y los juegos de palabras siempre
implican un desafío extra. Y el lipsynch en idiomas no tan convencionales, como
por ejemplo idiomas asiáticos (chino, japonés) también presenta complicaciones
adicionales. Pero vuelvo a lo de antes, me parece que es fundamental estar
inmerso de alguna manera en el doblaje, ponerse un poco del lado del actor y
también del espectador, tratar de reconocer qué chistes podrían funcionar, qué
términos serían apropiados para determinada ocasión, investigar si una palabra
que para nosotros es inofensiva en otro país es algo ofensivo o vulgar, etc.
En pocas palabras ¿Cuál es tu dinámica de trabajo?
En ninguna etapa trabajo sin el audio y el video.
Hago una mirada previa del material para ver de qué se trata, intento analizar
lo más que pueda. Y después voy “midiendo” simultáneamente sobre el idioma
original. Pruebo variantes y me fijo qué podría funcionar mejor teniendo en
cuenta el lipsynch, el contexto, el estilo, etc. Y así hasta el final,
básicamente.
"Por lo general marco todas las pausas con una barra (/), sin importar que sean cortas o largas. Marco todas las reacciones, pero sólo especifico las más puntuales (llanto, risa, grito, beso). Y trato de poner la mayor cantidad de time codes posible. Y también marco los ambientes que podrían llegar a necesitar relleno."
Cuando vino Marina Huerta a la Argentina contaba
que para muchas expresiones / palabras ya tienen una lista elaborada de lo que
mejor se ajusta (métrica y lipsynch). ¿Es tu caso?
Sí, definitivamente hay cosas que tengo pre-armadas
en mi cabeza, palabras comunes que suelen repetirse bastante. Igual, a veces
termino cambiándolas en situaciones en las que el contexto pide y/o permite
hacer algo diferente.
Muchas veces el director realiza correcciones en la
sala. ¿Te ocurrió de ver algún doblaje terminado y que esas correcciones no te
dejaran conforme?
Honestamente no recuerdo un caso así. Más que nada
porque cuento con que el director haga correcciones o modificaciones sobre mi
texto, ya sea por criterios diferentes, por opciones que considere más
adecuadas o por cosas que él vio que a mí se me pasaron por alto. Siempre digo
que mi misión es proporcionarle una solución al director, no un problema. Si él
después encuentra otras soluciones más adecuadas o diferentes, bienvenido sea,
pero lo que no quiero es que el guión sea un problema a resolver en el estudio.
¿Una vez entregado el material, seguís en contacto
con los directores hasta que se termina el proyecto? ¿Para algún proyecto puede que estés en la sala
al momento de grabar? ¿Se te consulta durante la grabación?
De vez en cuando sigo en contacto con los
directores, pero más que nada de manera informal. Como a muchos los conozco de
haber trabajado en los estudios, a veces me dan sugerencias o charlamos un poco
de cómo van las grabaciones.
Más allá de tus preferencias como espectador
¿Consumís material doblado? Ya sea de nuestro país o hecho en otros sitios.
Sí, consumo mucho material doblado. Es una parte
fundamental de mi trabajo. Desde que empecé a trabajar en esto, hace un poco
más de diez años, el doblaje cambio muchísimo. Creo que es algo orgánico, está
en constante movimiento. Y me parece necesario estar al tanto de todo lo que
pasa, ver y escuchar lo que se hace en toda Latinoamérica, tratar de descubrir
qué me gusta y qué no me gusta y por qué, y al mismo tiempo discutirlo con mis
colegas.
¿Tenés alguna opinión acerca de los doblajes en
español rioplantense vs. castellano
neutro?
Creo que los dos pueden
coexistir tranquilamente, mientras se haga responsable y profesionalmente; hay
audiencia para todos los gustos.
¿Cuál es tu opinión acerca de nuestra industria de
doblaje?
Me parece que, a pesar de que hace muchos años que
se produce doblaje en Argentina, todavía somos una industria joven. Me da la
sensación que hay una generación de doblajistas que le dio un nuevo fervor a la
profesión, que la revitalizó, por decirlo de alguna forma. Y veo que hay mucho
interés en buscar maneras de seguir progresando, mejorando. Eso, sumado a los
que vienen haciendo esto desde hace años y nunca dejan de aprender, es muy
alentador.
¿Que le podrías recomendar a quienes recién
comienzan en la traducción audiovisual?
Básicamente que se metan de lleno en el tema, que
visiten los estudios, que vean cómo se trabaja, que hablen con actores, con
directores. Que consuman doblaje. Y principalmente, que trabajen con criterio y
responsabilidad. Nuestro trabajo es visto por muchas personas de muchas partes
del mundo, no podemos descuidarlo.
¡Muchísimas gracias Damián por la buena onda!
Sebastián Arias
¡Muchísimas gracias Damián por la buena onda!
Sebastián Arias
Excelente!
ResponderEliminarey buena nota!!!! grande DAmi!!! buena onda SEBA!
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