Para
que no haya dudas: No hay nada como ver una película en su idioma
original.
Y
aclaro antes de empezar que este no pretende ser un análisis
comparativo con el subtitulado, dejo eso para los que sepan más del
rubro.LINK
Hasta
ahora no vi la necesidad ni tenía las ganas de ponerme a escribir
una defensa acerca del doblaje. Entendía que se trata de una
preferencia o gusto al momento de consumir un producto audiovisual y
que ahondar entre los pros y contras del subtitulado y el doblaje era
algo que ya estaba desarrollado en muchos sitios.
Pero
una sucesión de eventos desafortunados (esto me suena de algún
lado...) me llevó a elaborar esta suerte de alegato ¿Qué cambió?.
Lo
primero tiene que ver con una tendencia que empezó a darse con las
grandes cadenas de cine de nuestro país. Proyectan cada vez más
películas con su versión doblada en español,
dejando en un segundo lugar a la versión con idioma original, a
veces dependiendo del horario y otras veces eliminando cualquier
posibilidad de elegir.
Sobre
el estreno de “Perdida” de David Fincher:
“Incluso,
y esto es crudo, hay menos –o no hay– funciones subtituladas en
aquellas zonas de menor nivel socioeconónico y/o sociocultural.”
Pero
no se trata de una imposición, responde a las preferencias del
público. Hace poco yo escribía en twitter:
Los cines proyectan cada vez más con #doblaje x q lo prefiere la gente. Quejarse de eso es como decir que venga menos Arjona y más J.Drexler
— Sebastián Arias (@doblajearias) octubre 3, 2014
Y
esto no sólo ocurre con los cines. Las señales de cable (con
excepción de alguna como Isat que hace de esto una postura) están
cambiando su programación a material con doblaje. En algunos casos
con SAP, que me parece lo más acertado. Como el caso reciente de
Sony con "How I met your mother".
Además
de que evidentemente hay una mayoría de usuarios que lo prefiere, es
una estrategia comercial. Porque ofrecen material con subtítulos o
con la posibilidad de elegir sólo en los paquetes premium que
obviamente son más caros.
Para
los que se quejan de este suceso y que con su campaña intentan
demonizar el doblaje, deberían a analizar que es lo que está
causando esta elección de la audiencia.
Vean
esta nota donde el autor nos cuenta que él mismo inicio una campaña para que
los Muppets se estrenara con una versión con idioma original pero
que esas funciones fueron un fracaso.
Y
como consecuencia de esta tendencia aparece el segundo
suceso:
Movidas
como la de "No al doblaje" (@Noaldoblajecine)
y sus repercusiones en las redes sociales.
Aquí
está su manifiesto:
El avance del doblaje:
-
Afecta nuestro derecho como consumidores, al no dejarnos opción de
ver las películas tal y como queremos hacerlo.
-
Afecta nuestro derecho de acceso a la cultura, al obligarnos a
consumir bienes degradados, distintos de cómo fueron concebidos por
sus realizadores.
-
Afecta nuestro derecho, y sobre todo el de niños, niñas y
adolescentes, a una educación adecuada, que tiene que ver con la
lecto-escritura, pero también con la formación audiovisual.
Por
eso pedimos:
1)
Que se regule la posibilidad de estrenar en copias dobladas las
películas calificadas como sólo aptas para mayores de 13, 16 y 18
años.
2)
Que se disponga un porcentaje mínimo de copias subtituladas para su
estreno local, en todos los casos.
Con
el 1,5% de las firmas del padrón electoral tenemos posibilidad de
plantear una iniciativa legislativa.
Queremos
y podemos intentarlo.
Confiamos
en que, aun cuando no logremos ese objetivo, el solo hecho de
plantear públicamente el tema y dar el debate y la discusión,
ayudará a que esta dañina conducta se repliegue o adopte perfiles
más razonables.
Estamos
hablando de unas 400.000 firmas. Son muchas, pero no somos pocos los
que compartimos esta preocupación. En todo caso, hay que hacerse
escuchar, quejarse, viralizar este reclamo para, con regulación
o sin ella, lograr que nuestros derechos y los de nuestros hijos sean
respetados.
DE
NOSOTROS TAMBIÉN DEPENDE QUE NUESTRA CULTURA Y EDUCACIÓN NO SE SIGA
DEGRADANDO.
El
pedido es lógico, pero su slogan es incorrecto. “Sí al idioma
original”, “no perdamos la versión original” podrían ser
algunas alternativas. Pero no, lo más fácil es atacar al doblaje:
El doblaje es una basura.
Ellos
dicen que “El avance del doblaje es un retroceso cultural” y el
mensaje que difunden es errado. Puedo estar de acuerdo con que su
imposición como única opción pueda tener implicancias en la
cultura, pero el problema no está en el doblaje.
Otra
cosa llamativa es que hablen del derecho de los consumidores cuando
son los mismos consumidores (la gente que va al cine ) los que
generan esta tendencia.
Esta
combinación de elementos despertó el interés de algunos
periodistas en medios gráficos o en internet. Y en lugar de analizar
las causas de esta nueva preferencia de la gente o de ofrecer
propuestas que le permitan al público elegir como quiere ver el
material, solo se ocupan de bastardear al doblaje.
http://www.cinepata.com/articulos/doblaje-perdimos/
Veamos
algunos lugares comunes:
En
general se habla de la degradación del sentido original, la
mutilación de la obra:
¿Cuando
leen literatura también lo hacen en sólo en su idioma original?
Porque toda traducción representa una traición y no escucho que se
rasguen las vestiduras con toda la literatura que llega a nuestro
país con traducciones Ibéricas por ejemplo. Toda mi vida leí a
Stephen King adornado de coños, pollas, tíos y no me consta que
haya otras versiones.
También
suelen decir que el doblaje modifica la pista sonora. Está más que
claro que la pista va a ser siempre diferente a la original pero las
pistas sonoras de los doblajes actuales no sufren tantas diferencias
como lo hacían antiguamente. Las versiones para cine o incluso las
hogareñas tienen contenido multipista que no sufre variaciones a
excepción del canal de diálogos, manteniendo la misma calidad que
la versión original.
Hay
productos que toleran más un doblaje que otros. (Una película como
la de David Fincher la vería con doblaje unicamente por
trabajo).Pero casi siempre que hablamos de doblaje en
cine, estamos hablando de productos mainstream.
En
todo caso, la pregunta que podríamos hacernos es si esto quedara
limitado a las películas “grandotas” o si será extensivo para
todas.
Se
trata ante todo de productos comerciales y sus creadores también
conciben que para llegar a las masas su material en algún momento
será víctima de estos procesos.
También
crean sus películas para el cine y después sufren un recorte para
su versión hogareña, y ni hablar de que llegan al cable con censura
o con cortes comerciales que no existían y muchas otras
mutilaciones...
Y
pasa lo propio con el doblaje de sus productos:
¿Cómo
se explica que Cristopher Nolan en persona diera indicaciones para el
doblaje latino de su saga de Batman?
O
casos como el de “Lorax”, donde Danny de Vito prestó su voz para
el personaje original y para muchos de sus doblajes.
El
debate acerca de la degradación
cultural
es lo que me preocupa. De esta preferencia del público por no leer o
no poder leer rápido, se puede interpretar que algo de eso existe.
Pero el
doblaje es un síntoma, no la causa del problema.
En
los comentarios de una de las notas citadas la gente se quejaba
incluso de los contenidos de los programas que hoy se pueden ver en
cable: “¿cuantos programas de cupcakes pueden existir?".
Podemos
hablar de muchos signos que hablan de una degradación cultural y
siempre respondiendo a una preferencia de la audiencia.
Si prendemos la televisión veremos que
Discovery channel ya casi no emite documentales, que todos los temas
son autos, tatuajes, morbo (incluso hay una señal exclusiva para
crímenes y casos policiales), programas de reformas en las casas...
¡Y
Marcelo Tinelli es una personalidad de la cultura!
En
general quienes más se quejan del doblaje son especialistas /
críticos de cine.
Y
yo sostengo que los cinéfilos de hoy seguramente empezaron viendo
cine doblado, ¿o fueron todos precoces en la lectura de subtítulos?
Hablar
del doblaje de películas infantiles es casi una obviedad porque es
la única forma de que los chicos que no leen (o no leen lo
suficientemente rápido) puedan consumir este tipo de material.
Pero
además existe otro factor: Muchos productos de animación que
tuvieron una repercusión mayor y por lo tanto una recepción
positiva en el público con su versión doblada: Los Simpson es el
ejemplo más claro.
Y
la posibilidad de disfrutar mejor de las imágenes. Algo que se
vuelve más radical en las películas 3D. ¿Probaron leer subtítulos
durante una largo rato de una película con anteojitos?. El último
recuerdo que tengo de que se me parta el cerebro fue cuando vi Avatar!
Además
de la adaptación (siempre y cuando sea correcta) de los chistes,
juegos de palabras y demás que se disfrutan de otra manera si están
adaptados a nuestra idiosincracia.
Para
los que no pueden creer que leyendo texto de una pantalla se pierden
de la información visual hagan la prueba con alguna película de un
idioma del que no conozcan nada.
Cuando
el original es inglés algunos espectadores usan el subtítulo para
“completar” la información que escuchan, pero con cualquier
idioma desconocido en una película que tenga cierto ritmo, notarán
que no despegan mucho la vista del cuarto inferior de la pantalla.
En Estados Unidos tienen la cultura de no mirar nada con doblaje en cine pero tampoco con subtítulos. Parecen tener oídos solo para el inglés. Lo que llevado al extremo hace que a las masas no le interese la idiosincracia de otros países. Es eso lo que explica el fenómeno de que se hagan tantas remakes de películas asiáticas, europeas que no hablen en inglés o incluso Argentinas. Tenemos como ejemplo la fallida remake de “9 reinas” y se supo hace poco que harán lo mismo con “El secreto de sus ojos”.
Para
ir cerrando: Al momento de criticar no debemos perder de vista que el
doblaje es una traducción que le permite acceder
a un contenido audiovisual a quienes no conocen el idioma original.
Si eso no es un servicio de inclusión...
Por
supuesto que se pierden cosas, pero hay que saber poner en la
balanza. Si nos ponemos puristas la única forma de disfrutar
películas sería en el cine y no en otros soportes, o la música
sólo tendría que escucharse en vinilo (¡que aberración escucharla
por radio!) o cualquier reproducción de una pintura o escultura no
servirían de nada porque solo pueden apreciarse en vivo.
Claro
que hay otras formas de acceso,
como el subtítulo. Y lo que sería interesante es que el usuario
pueda decidir de qué manera disfruta de esos contenidos.
Después
tenemos doblajes buenos y malos pero eso ya es tema de otra entrada
de este blog.
Me gustaría saber por qué los que se quejan del doblaje no se quejan también de los subtítulos malos tanto en elk cine como en la televisión. El público tiene derecho a ver películas en su idioma original con subtítulos, pero con subtítulos bien hechos. ¿Por qué ningún crítico se queja de eso?
ResponderEliminarAlgo parecido pasó cuando se implementó la Ley de Doblaje. Salió todo el mundo a criticar y a decir que se iba a doblar al lunfardo, y era inútil tratar de explicarles que no.