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domingo, 1 de mayo de 2016

Realidad versus ficción




Esta entrada fue tomando forma gracias a una encuesta que hice y de la que participaron algunos actores de doblaje (para ser honesto menos de lo que esperaba)

Quería confirmar algunas cuestiones pero además me sirvió para que dentro del debate -virtual e incluso personal- aparezcan otras nuevas que no había considerado.

Como siempre esta es mi versión del asunto. Pero me parece siempre interesante y muy fructífero ver que es lo que creen otras personas del medio.
Es por eso que los invito a que lean algunas conclusiones a las que arribé y que se sientan libres de comentar o discutir lo que les parezca.
Quizá plasme la información de forma un poco desordenada pero voy a intentar ser lo más claro posible.

La encuesta decía: El doblaje -como corresponde- de un reality y/o documental comparado con el de una ficción (serie o película) es:

  • Igual de complejo
  • Más complejo
  • Menos complejo

Además de esas tres opciones generales fueron apareciendo otras que detallaban un poco más lo anterior pero que se ajustaban a lo mismo.


Por una diferencia no muy grande se eligió que es igual de complejo grabar ambas cosas. Pero además del resultado básico, aparecieron comentarios dignos de destacar: acerca de los recursos con los que se cuenta para una cosa u otra, de la exigencia de los clientes, de lo que “se permiten” los propios actores para un formato y no para otro.

Con todo esto, y si todavía siguen leyendo a esta altura, voy a decir lo que yo creo y después voy a defenderlo.

Creo que hacer el doblaje como corresponde -y enseguida desarrollo sobre esto- de un documental y dentro de este género sobre todo un reality es MUCHO más complejo que una ficción. Claro que esta no es una máxima para tallar en mármol pero si es lo que creo en líneas generales.

¿Cómo corresponde?
Quizá lo primero que haya que aclarar es a que me refiero con esa expresión.

Hablo de un doblaje que suene natural, que no suene a doblaje, donde las actuaciones sean creíbles y que permita cerrar los ojos y creernos que esa persona está diciendo eso que oigo. Un doblaje de documental, que tenga básicamente TODO LO QUE LE EXIJO A UN BUEN DOBLAJE DE FICCIÓN. Para más datos, pueden leer mi entrada anterior acá

Y acá es donde radica el nudo del asunto: Me niego a creer que el doblaje de DOCUMENTAL pertenece a otra categoría. Es un doblaje, punto. Pero con un montón de complicaciones, dadas en su mayoría porque detrás no hay un guion de diálogos o un director que decida todo lo que dicen los personajes.

Y es por eso que hacer algo que esté a la altura de la ficción es muy difícil. Y para mi esto así a tal punto que no puedo encontrar muchos ejemplos hechos en nuestro país.


Hay como un preconcepto instalado de que el documental se hace de una manera y la ficción de otra y puede que tenga que ver (tal como apareció en el debate) con lo que exigen las empresas, incluso con lo que se paga.

O con la exigencia de interpretación que se le hace a los actores cuando doblan un documental. Pero eso trae como resultado un doblaje que suena automático, donde no hay una búsqueda. Uno en el que después de escuchar un par de entradas ya podemos anticiparnos como dirán la siguiente.

Y les puedo asegurar que intentar hacer algo diferente no tiene porque afectar demasiado los tiempos de producción -aunque sí quizá con aprovechar el tiempo del actor en la sala-.

Para mi genera una confusión enorme en los que recién empiezan en esta actividad. Pasa algo similar con las narraciones en OFF: para muchos actores/locutores es la puerta de entrada y estoy absolutamente en contra de eso. Pero voy a dejar este tema para desarrollarlo en otra entrada de este blog.


¿Qué lo hace más complejo?

Interpretación: Es muy difícil recrear una actuación orgánica siguiendo a alguien que habla sin tener un guion para sus diálogos. Además requiere de una atención extra para no caer en los lugares comunes de entonación, no alargar las vocales, “esperar” la pausa naturalmente, balbucear, “buscar las palabras”, frasear entrecortado dependiendo de la sincronía y/o generar que las dubitaciones, las correcciones y los cambios de marcha en el discurso sean creíbles.

Traducción/adaptación: Si de movida hay pocos adaptadores de guiones en Argentina que sepan hacer su trabajo para ficción dónde todo lo anterior es mucho más claro, menos todavía hay gente que pueda entregar un guión ajustado como corresponde para un reality. Y lo complicado no sólo está en las pausas; m uchas veces tiene que ver con el ritmo. Si el texto no es adecuado – por ejemplo, no alcanza- llevará a que el actor involuntariamente estire todo lo que dice.


¿Y que podemos hacer entonces?

Todavía hay quienes creen que el conocimiento es poder pero yo soy un creyente de la cultura libre y es por eso que comparto en este blog todo lo que voy aprendiendo.

Aprovecharse de los OFF como para no hacer pausas artificiales, grabar con muy poco referencia o sin ella para despegarse lo más posible, revisar si las pausas o dudas son lógicas o carecen de sentido, escuchar sólo lo grabado -sin imagen- y verificar si no está todo estirado esperando llegar a algún lugar no son grandes revelaciones pero quizá a alguno le sirva como para experimentar o probar.


Saludos


Sebastián


2 comentarios:

  1. Coincido en todo con vos, Seba.

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  2. Si bien al principio opine que ambos trabajos llevaban la misma dificultad, ahora me parece que es mas complejo el relity, sobre todo por el manejo de ritmos, las pausas que aveces son antinaturales producto de malas ediciones del material original. Sin embargo creo que cuando se domina eso, también se puede llegar a caer en algo automático, es mi humilde opinión. Saludos!

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