Esta
entrada fue tomando forma gracias a una encuesta que hice y de la que
participaron algunos actores de doblaje (para ser honesto menos de lo
que esperaba)
Quería
confirmar algunas cuestiones pero además me sirvió para que dentro
del debate -virtual e incluso personal- aparezcan otras nuevas que no
había considerado.
Como
siempre esta es mi versión del asunto. Pero me
parece siempre interesante y muy fructífero ver que es lo que creen
otras personas del medio.
Es
por eso que los invito a que lean algunas conclusiones a las que
arribé y que se sientan libres de comentar o discutir lo que les
parezca.
Quizá
plasme la información de forma un poco desordenada pero voy a
intentar ser lo más claro posible.
La
encuesta decía: El doblaje -como
corresponde- de un reality y/o documental comparado con el de una
ficción (serie o película) es:
- Igual de complejo
- Más complejo
- Menos complejo
Además
de esas tres opciones generales fueron apareciendo otras que
detallaban un poco más lo anterior pero que se ajustaban a lo mismo.
Por
una diferencia no muy grande se eligió que es igual
de complejo grabar ambas cosas. Pero
además del resultado básico, aparecieron comentarios dignos de
destacar: acerca de los recursos con los que se cuenta para una cosa
u otra, de la exigencia de los clientes, de lo que “se permiten”
los propios actores para un formato y no para otro.
Con
todo esto, y si todavía siguen leyendo a esta altura, voy a decir lo
que yo creo y después voy a defenderlo.
Creo
que hacer el doblaje como corresponde -y enseguida desarrollo sobre
esto- de un documental y dentro de este género sobre todo un reality
es MUCHO más complejo que una ficción. Claro que esta no es una
máxima para tallar en mármol pero si es lo que creo en líneas
generales.
¿Cómo
corresponde?
Quizá
lo primero que haya que aclarar es a que me refiero con esa
expresión.
Hablo
de un doblaje que suene natural, que no suene a doblaje, donde las
actuaciones sean creíbles y que permita cerrar los ojos y creernos
que esa persona está diciendo eso que oigo. Un doblaje de
documental, que tenga básicamente TODO LO QUE LE EXIJO A UN BUEN
DOBLAJE DE FICCIÓN. Para más datos, pueden leer mi entrada
anterior acá.
Y
acá es donde radica el nudo del asunto: Me niego a creer que el
doblaje de DOCUMENTAL pertenece a otra categoría. Es un doblaje,
punto. Pero con un montón de complicaciones, dadas en su mayoría
porque detrás no hay un guion de diálogos o un director que decida
todo lo que dicen los personajes.
Y
es por eso que hacer algo que esté a la altura de la ficción es muy
difícil. Y para mi esto así a tal punto que no puedo encontrar
muchos ejemplos hechos en nuestro país.
Hay
como un preconcepto instalado de que el documental se hace de una
manera y la ficción de otra y puede que tenga que ver (tal como
apareció en el debate) con lo que exigen las empresas, incluso con
lo que se paga.
O
con la exigencia de interpretación que se le hace a los actores
cuando doblan un documental. Pero eso trae como resultado un doblaje
que suena automático, donde no hay una búsqueda. Uno en el que
después de escuchar un par de entradas ya podemos anticiparnos como
dirán la siguiente.
Y
les puedo asegurar que intentar hacer algo diferente no tiene porque
afectar demasiado los tiempos de producción -aunque sí quizá con
aprovechar el tiempo del actor en la sala-.
Para
mi genera una confusión enorme en los que recién empiezan en esta
actividad. Pasa algo similar con las narraciones en OFF: para muchos
actores/locutores es la puerta de entrada y estoy absolutamente en
contra de eso. Pero voy a dejar este tema para desarrollarlo en otra
entrada de este blog.
¿Qué
lo hace más complejo?
Interpretación: Es
muy difícil recrear una actuación orgánica siguiendo a alguien que
habla sin tener un guion para sus diálogos. Además requiere de una
atención extra para no caer en los lugares comunes de entonación,
no alargar las vocales, “esperar” la pausa naturalmente,
balbucear, “buscar las palabras”, frasear entrecortado
dependiendo de la sincronía y/o generar que las dubitaciones, las
correcciones y los cambios de marcha en el discurso sean creíbles.
Traducción/adaptación: Si
de movida hay pocos adaptadores de guiones en Argentina que sepan
hacer su trabajo para ficción dónde todo lo anterior es mucho más
claro, menos todavía hay gente que pueda entregar un guión ajustado
como corresponde para un reality. Y lo complicado no sólo está en
las pausas; m uchas veces tiene que ver con el ritmo. Si el texto no
es adecuado – por ejemplo, no alcanza- llevará a que el actor
involuntariamente estire todo lo que dice.
¿Y
que podemos hacer entonces?
Todavía
hay quienes creen que el conocimiento es poder pero yo soy un
creyente de la cultura libre y es por eso que comparto en este blog
todo lo que voy aprendiendo.
Aprovecharse
de los OFF como para no hacer pausas artificiales, grabar con muy
poco referencia o sin ella para despegarse lo más posible, revisar
si las pausas o dudas son lógicas o carecen de sentido, escuchar
sólo lo grabado -sin imagen- y verificar si no está todo estirado
esperando llegar a algún lugar no son grandes revelaciones pero
quizá a alguno le sirva como para experimentar o probar.
Saludos
Sebastián
Coincido en todo con vos, Seba.
ResponderEliminarSi bien al principio opine que ambos trabajos llevaban la misma dificultad, ahora me parece que es mas complejo el relity, sobre todo por el manejo de ritmos, las pausas que aveces son antinaturales producto de malas ediciones del material original. Sin embargo creo que cuando se domina eso, también se puede llegar a caer en algo automático, es mi humilde opinión. Saludos!
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