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jueves, 8 de octubre de 2015

Entrevista a Gabriela Scandura. Traductora audiovisual.



Gabriela Scandura es traductora audiovisual desde hace 25 años. Tiene una maestría en Traducción Audiovisual y enseña Traducción en el Lenguas Vivas. Trabaja en subtitulado y doblaje, y realizó el subtitulado de obras de teatro en el British Arts Centre.

Algunos de sus trabajos:

Telefilmes:
Teen Beach 2 (2015, Buena suerte, Jessie!: Navidad en Nueva York (2013), Descendientes (2015)

Series de TV:
Jessie (4ª) (2015-presente), Liv y Maddie (2ª-) (2014-presente), Evermoor (2014)

Series animadas:

Bajoterra (Babosodios) (2015)

Películas animadas:
Bajoterra: La hora del babosa-fu (2015), Bajoterra: El regreso de las elementales (2014), Bajoterra: Maldad del más allá (2014)







¿Como definirías el proceso de traducción de un guión para doblaje?


El proceso de traducción comienza con un análisis minucioso del guión (desde el punto de vista lingüístico) y del video, ya que la combinación de ambos muchas veces define la traducción que se va a elegir. Si se trata de una serie, además hay que ser muy cuidadoso con las cosas que se repiten o pueden repetirse entre capítulos (por ejemplo, una muletilla). En el caso de las películas, puede pasar que la traducción deba corresponderse con algún tráiler que se lanzó antes, o que esté basada en un cómic, un libro o sea la secuela de otra, y por lo tanto hay que tener en cuenta cualquier traducción anterior.
Una vez terminado ese análisis, comienza la traducción en sí, restringida en muchos aspectos: longitud de la frase, velocidad de habla, equivalencia de expresiones (los “you know” o los “dear” del inglés, por ejemplo, que no son comunes en español), chistes donde se mezcla lo lingüístico con lo visual, etc. En mi caso particular, además de todo esto debo realizar la adaptación según el lip synch. Por un lado, es difícil acostumbrarse a hacerlo al principio. Pero por otro, cuanto mejor la haga, menos cambios habrá en la traducción posteriormente. El proceso termina con una revisión de todo el trabajo, confección de una lista de subtítulos (de ser necesario) y un glosario con pronunciaciones para el director de doblaje.
A veces el proceso incluye presenciar las grabaciones. Siempre es una experiencia enriquecedora, porque se aprende mucho y uno descubre cómo “no complicar” el trabajo de los demás, como cuando usamos ciertas combinaciones de consonantes difíciles de pronunciar. Y a mí me gusta también ver el producto terminado.

¿Qué es lo más complejo de todo el proceso?

Creo que lo más complejo para un traductor es tener que dejar de lado la fidelidad total al texto en pos de la adaptación, ya sea por el lip synch o porque no nos entra todo en una frase porque el actor habla muy rápido o porque en español tenés palabras más largas o necesitas más palabras para decir lo mismo…
También es difícil traducir/adaptar canciones (no solo necesitás conocimientos de canto o música, sino una habilidad innata que no todos tienen), y los chistes, en especial los que juegan con imágenes.

¿Recordás algunos ejemplos de traducción/adaptación que te hayan resultado un desafío?

En general, los mayores desafíos se dan cuando surge algo que no puedo poner en español. Por ejemplo, referencias a publicidades de EE.UU. de los años 70 en una serie infantil, o nombres de personas o marcas que en Latinoamérica no son conocidas. Hace poco me topé con “Larry the Cable Guy”, y entonces hay que decidir si es conocido entre los chicos latinoamericanos que miran la serie (trabajo con programas infantiles y juveniles), y si no lo es, ver cómo reemplazarlo. Se me ocurrió cambiarlo por Kevin James, que aparecía en otro de los capítulos. Otro gran desafío es traducir los juegos de palabras y las frases cortas con significados complejos. “Magic me”, por ejemplo, con el sentido de “haz magia y (hazme linda, vísteme linda o algo así)”, ¡sin mencionar el uso de la M bilabial y en un primer plano!


Muchas veces el director realiza correcciones en la sala (por métrica, lipsynch, etc) . ¿Te ocurrió alguna vez de ver algún doblaje terminado y que esas correcciones sobre tu traducción no te dejaran conforme?

Me pasaba al principio, porque no había hecho ese “clic” necesario para lograr despegarme de la extrema fidelidad al texto a la que estamos acostumbrados los traductores y que el director no necesitara hacer esas correcciones. Alguna vez me pasó que cambiaron un chiste y no quedó gracioso. ¡Y que después además apareciera en el tráiler de la película!

¿Una vez entregado el material, seguís en contacto con los directores hasta que se termina el proyecto? ¿Para algún proyecto puede que estés en la sala al momento de grabar? ¿Se te consulta durante la grabación?

Sí, fui a varias grabaciones para ver qué necesita de mí el director para ese proyecto en particular. Es muy útil. Cada director tiene sus preferencias. Por ejemplo, uno de los directores con los que trabajo sugirió que tradujera “awesome” como “grandioso” porque prefiere respetar la vocal O en vez de la M del final. En cambio, otro director sugirió que usara algo como “increíble” por la M del final. Conocer a los directores en las grabaciones o en las capacitaciones me permite usar al traducir lo que cada uno prefiere. El director a veces me pide que preste especial atención a un personaje en particular porque mueve más la boca que otros al hablar, por ejemplo.


Más allá de tus preferencias como espectador ¿Consumís material doblado? Ya sea de nuestro país o hecho en otros sitios. ¿Qué opinás de la calidad de las traducciones?

Durante años consumí material subtitulado porque me gustaba escuchar el audio original (con algunas excepciones que me parecían de calidad, como Los expedientes X o La niñera). Después, cuando tenés hijos chicos, empezás a consumir material doblado, por obvios motivos. Y me enamoré de algunas traducciones y de algunos doblajes. Así volví a trabajar en doblaje después de muchos años.
Respecto de la calidad, hay traducciones excelentes y otras no tanto, así como hay doblajes excelentes y otros no tanto. Si comparás el doblaje de Lazytown hecho en Chile con el de Venezuela, se ve claramente la diferencia. Pero a veces una cosa compensa la otra. En casa vimos todas las temporadas de Big Time Rush, y aunque la traducción tiene algunos errores importantes, el doblaje es tan bueno que no se nota, a menos que, como buen traductor, le estés prestando atención. Lo mismo nos pasó con las últimas temporadas de Los padrinos mágicos.
Es imposible generalizar, pero el doblaje de Argentina me parece muy bueno y muy cuidado, igual que el de México y Chile. Venezuela y Miami parecen tener más altibajos, seguramente según el estudio de doblaje.
Me fascinan en particular las increíbles traducciones de las canciones. El otro día mencioné en una charla la traducción de una canción de Los Wiggles en la que hay que hacer una adaptación completa porque todo el tiempo nombran iglesias de Gran Bretaña. Y la versión en español es espectacular, y no las nombra. También son de gran calidad las traducciones/adaptaciones de canciones de programas como Phineas & Ferb o Hi5, y las presentaciones de algunos programas infantiles. Disney, Discovery Kids y Nickelodeon tienen, en general, doblajes muy buenos (algunos hechos acá y otros no), mientras que canales como BabyTV tienen algunos muy malos, con cantantes desafinados y traducciones totalmente literales.





Hablemos de “Los descendientes”, tu último trabajo para Disney : ¿Pudiste ver el doblaje terminado?

Sí. Como dije antes, me gusta ver el trabajo terminado. La película me encantó, y el doblaje quedó muy bien, y no hubo grandes diferencias entre la traducción y la versión final, más allá de modificaciones poco importantes como cambiar “niño” por “criatura” y cosas así. Ya había trabajado con el director, y creo que eso también influye en la calidad porque se evitan cambios innecesarios. Además, se suele doblar a un actor con el mismo actor de doblaje, y por lo tanto uno reconoce las voces de Dove Cameron o de Cameron Boyce de otras series y las asocia con su rostro. Eso le da cierta “familiaridad”, y me parece genial.

Obviamente no comparé el doblaje con mi traducción palabra por palabra, pero recuerdo un cambio que noté al ver la película (uno casi sabe de memoria lo que puso, en especial si es algo que nos costó traducir). Casi al final, Mal recita:

No hay fuerza del mal que logre ganar
Si cuatro corazones se ponen juntos a luchar.

Mi versión había sido:

No sirve de nada la fuerza del mal
Si los cuatro juntos vamos a luchar.

Es evidente que el director sintió que la longitud del texto no era la adecuada. Mi traducción tenía rima e igual cantidad de sílabas, pero no servía. El director no modificó el sentido, y la inclusión de “corazón” es muy buena porque Mal tiene un corazón con dos dragones dibujado en la campera que usa. (Esta película tenía el desafío extra de jugar mucho con lo visual; por ejemplo, cada personaje usa colores específicos y símbolos que representan a ellos y a sus padres.)

Otro aspecto interesante fue el hecho de que, como los personajes son “los hijos de”, había referencias a muchas películas de Disney, desde Blancanieves hasta La bella y la bestia, cada una con sus frases características, como “Be our guest” o “Heigh Ho”. ¡Fue un placer traducirla!


¿Que le podrías recomendar a quienes recién comienzan en la traducción audiovisual?

Creo que hay dos aspectos a tener en cuenta. El primero está relacionado con la traducción en sí. El traductor audiovisual tiene que tener una gran cultura general, habilidad para el análisis lingüístico y visual, versatilidad y buena audiocomprensión (algunos guiones tienen errores, y hay cosas que no vienen con guión). Y por otro lado, debe conocer muy bien el proceso de doblaje para saber qué necesitan de él los otros eslabones de la cadena (corrector o adaptador, si lo hay; director de doblaje, actores, etc.). Si uno logra dominar estos dos aspectos, y a eso le suma la habilidad para “olvidar” la fidelidad total al texto, hará bien su trabajo.



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